viernes, 21 de enero de 2011

aspirinas‏

Un hombre que tiene un tic nervioso que le hace guiñar un ojo, pide trabajo como vendedor en una agencia de viajes.

-Según su currículum, veo que usted está más que cualificado para este trabajo - dice el jefe de personal - pero, desgraciadamente, no podemos contratar a un vendedor que esté constantemente guiñando el ojo a los clientes.

-Pero espere - dice el hombre- si me tomo dos aspirinas, dejo de guiñar el ojo.

-Muéstreme - dice el jefe de personal.

Entonces el hombre se mete la mano en el bolsillo del pantalón y saca una cantidad enorme de condones de todas formas y colores, finalmente encuentra un par de aspirinas y al ratito de tomarlas deja de guiñar el ojo.

-Es excelente que haya dejado de guiñar el ojo - dice el jefe -, pero no podemos tener vendedores que sean unos mujeriegos.

-¿Qué quiere decir? - pregunta el hombre -, yo estoy felizmente casado.

-¿Y cómo explica todos esos condones? - dice el jefe.

-Ah, eso... - dice el hombre-. ¡Haga usted la prueba de ir a una farmacia y pedir aspirinas guiñando el ojo!

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