Llega Manolo corriendo a la tienda de deportes; desnudo, pero calzado con zapatillas.
Ante la sorpresa de los clientes y vendedores, el encargado le pregunta:
-"Quiero una camiseta como la de Beckham, con el número 23, como para mí"-, responde Manolo.
El encargado toma una camiseta de la talla de Manolo y la extiende en el mostrador.
-"Pues, ¿cuánto vale, hombre?-, pregunta Manolo.
-"Son 60 euros"-, responde el dependiente.
-"¡La llevo!... Aquí tiene sus 30 euros- dice Manolo, entusiasmado.
-"Mi amigo..."-, aclara el dependiente -"...me ha oído mal, le dije 60 euros."
-"Lo he oído perfectamente; aquí tiene sus 30 euros y déme la camiseta"-, insiste Manolo.
-"¡Joder!..."-, exclama el dependiente -"...si le digo 60, es porque vale 60 y no 30..."
Manolo, ya enojado, responde:
-"Entonces, ¿por qué tenéis ese cartel en la vidriera?" -"¿A cuál de ellos se refiere?-, pregunta el dependiente.
-"A aquél que dice:
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